Santo Domingo. Los dominicanos, desde hace unos años, venimos experimentando una gran sensación de desamparo, fruto de la delincuencia, que al paso de los días se acentúa de modo tal que parecería que su auge no tiene freno.

En cada reunión de más de dos personas, el de la delincuencia es un tema obligado. Cada encuentro se inicia con el relato de un caso delincuencial ocurrido a uno de los presentes o a alguien relacionado con los presentes. 

Cada uno de nosotros manifiesta una preocupación por la situación; sin embargo, somos pocos los que, de algún modo, tomamos acción en procura de buscar solución para este problema. 

Recientemente fui privilegiado con la invitación a una actividad en la que se hacía el lanzamiento público de un software, que si decidiéramos aprovecharlo, podríamos tener una excelente respuesta a la intranquilidad que nos embarga. 

José Teodoro Escaño, a quien conocí cuando acababa de cumplir sus quince años, ha pasado de la preocupación a la acción y no es la primera vez que lo hace. Aquel día en que lo ví por primera vez, fui maravillado al mostrarme un pequeño aparatito que desalinizaba el agua de mar, separando la sal del agua. En aquellos días, su determinación de crear partió del problema escasez de agua que nos acogotaba. 

En esta ocasión, José Teodoro aporta a nuestra sociedad un software que cuenta con un dispositivo que trabaja en el subconsciente, durante el sueño de la persona, y que puede transformar los pensamientos erráticos en pensamientos positivos. 

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